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Juan Sackmann, de Cabaña Casamú: “nos jugamos por este camino y terminó siendo una decisión acertada”
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  • Juan Sackmann, de Cabaña Casamú: “nos jugamos por este camino y terminó siendo una decisión acertada”

  • Cabaña Casamú fue la primera cabaña de venta de toros reproductores que optó por hacer un remate completamente virtual en Argentina. Para Rural es un “caso de éxito” y, por eso, hablamos con Juan Sackmann, de Casamú, sobre la experiencia de hacer remates en esta modalidad.

    Habiendo tantas posibilidades de hacer compra-venta directa de animales, ¿por qué siguen eligiendo hacer remates?

    J.S: Por lo menos en lo nuestro, que es venta de reproductores, el impacto que tiene un reproductor en un rodeo es bastante trascendente. Entonces, por lo menos en el target que manejamos nosotros, que es bastante especializado, hay gente que necesita o que le gusta ver el animal, además de toda la información que uno brinda.

    ¿Qué beneficio le da a una cabaña hacer un remate?

    J.S: Con los remates realmente ofrecés y ponés a disposición los animales, das posibilidad a cualquiera para que pueda comprar esos animales. Como hay más demanda que oferta, un remate es la posibilidad de que, realmente, cada uno se lleve el animal que necesita y, también, no todos los toros son iguales, por eso das la posibilidad de que todos vean la oferta que tenés y de que se lleven lo que necesitan.

    ¿Cuál es el proceso que tiene Casamú para la preparación para un remate?

    J.S: Primero, obviamente, es producir esos animales desde antes de que nazcan. Ese trabajo, desde ya. Llegado el tiempo de venta, primero pasamos en limpio toda la información genética de esos reproductores, la hacemos disponible para que la gente pueda acceder, brindamos información genética e información física de todos los animales, todo el pedigree, la línea de parentesco y armamos un catálogo.
    Después, lo que es en los animales es la preparación, que llegan animales con un buen estado, que estén listos para trabar. Para el momento de la venta, algún baño, alguna peluqueada para que se destaquen y puedan mostrar todo su potencial.

    ¿Por qué pasaron a los remates virtuales como los que hace Rural? ¿Cuál fue el motor?

    J.S: Fueron dos cosas. Por un lado, este año fue lo que ya todos sabemos, el aislamiento obligatorio. El año anterior ya habíamos tenido la experiencia y la iniciativa de transmitir online nuestros últimos dos remates del año. Hacemos tres remates al año, el remate de primavera y el remate de octubre los transmitimos online, además de que fueran presenciales.
    Fue un poco pensando en los compradores. Hoy, a Casamú lo está dirigiendo un equipo joven y sabemos lo que implica un remate. Hay gente que se puede acercar, pero somos conscientes de que ir a un remate implica un día de trabajo. Entre que vas, volvés, después llegas al remate y, tal vez, te encontrás que no tenés señal de celular.
    Se te va, realmente, un día de laburo en un remate donde, de repente, se te van de precio los animales y no pudiste comprar. Es mucho esfuerzo ir a un remate. Ya nos parecía una buena posibilidad, previo a todo esto que estamos viviendo, que la gente pueda ver de qué se trata el remate, que pueda vivirlo a distancia. Nos parecía importante pensando que a más de uno esa posibilidad le iba a venir bien.

    ¿Cuál es el proceso, a diferencia del remate físico, de un remate virtual?

    J.S: Para nosotros, implicó una metodología totalmente nueva. El primer remate nos costó un poco más, pero después le agarramos la mano. Fue filmar animal por animal, en cada venta.
    Y filmarlo… primero, que se vea bien el animal, que represente lo que es. Cuando ves los animales en vivo y los ves como son realmente, son espectaculares. Filmarlos no es fácil, no lo hace cualquiera y tenés la presión de que lo que toma el de la cámara, después es lo que se va a vender, por lo menos en los remates de este año que no había presencial.
    Entonces, nos implicó todo ese trabajo de armado, de pre filmado. Fue un trabajo previo muy importante. Básicamente es eso y manejar otros tiempos. Son tiempos diferentes a un remate presencial: el día de la venta no tenés que cerrar la hacienda, no tenés que esperar a la gente que viene. Es mucho trabajo las semanas previas, pero ya al momento de la venta tal vez no tenés ese trabajo del día del remate.

    ¿De qué maneras te permite mostrar mejor al ganado un remate virtual?

    J.S: En las filmaciones que nosotros hacemos, nos interesa dar una mirada integral de cada individuo y ver a los animales desplazarse. Cuando vas a un remate, están en un corral de 6x6 con otros dos animales más y no los ves desplazarse. En el video se interpreta más esa situación de los animales, el aplomo, el movimiento, el carácter. Creo que está bastante bien representado, así que, en ese aspecto, es bueno.
    Creo que en este año la gente compró bastante libremente y, una vez después de las compras no tuvimos reclamos de que no era lo que esperaban. Así que creo que, dentro de todo, en los videos se veían bastante bien plasmados los animales. Igualmente, a veces te pasa que, en vivo, los animales te impactan más todavía que en el video. Pero igual en el video creo que los interpretas bien y podés comparar bien porque como los subimos todos el mismo día, podés hacer esas comparaciones.

    Dentro de Rural se le llama a Cabaña Casamú un caso de éxito, ¿por qué fue un éxito el remate online?

    J.S: Yo creo que el éxito es por el producto de Casamú y, de la mano de Rural, pudimos llegar a más gente en el momento de la venta. Había más manos para comprar. Como hablábamos antes, hay gente que capaz que no hubiese venido al remate por tema de distancia, o porque no estaba seguro de comprar, y cuando ve el remate ve que realmente le interesa, que es una oportunidad.
    Entonces, sucedió eso. Teníamos más manos para comprar porque tenían la posibilidad de elegir. Hay gente que, de repente, compró tres vaquillonas, gente que no se iba a tomar un día de laburo para comprar tres vaquillonas. Con esta modalidad, compró desde la casa.
    Por otro lado, creo que el éxito también es por la confianza que tienen nuestros clientes y, también, por la transparencia. Nosotros realmente nos dedicamos a vender reproductores y estamos muy atentos en responder a cualquier eventualidad que pueda suceder en alguna compra. La gente compra tranquila sabiendo que estas acompañando la inversión que están haciendo.

    ¿Cómo viviste el remate?

    J.S: El primer remate lo viví con un estrés total. Este año, en mayo, hicimos el primer remate de cabañas bajo una plataforma 100% virtual y era rarísimo. La gente me llamaba antes preguntándome cómo iba a ser el remate, cómo funcionaba y era explicarles algo que nunca habíamos vivido.
    Pero al iniciarse al remate, y con los remates que vinieron después, te das cuenta de que es muy intuitivo, la gente le agarró la mano muy fácil. Sucedió que estábamos en los estudios de Rural y, de repente, veías la pantalla y veías cómo las pujas se iban dando. Era mirar cómo el remate se va dando de una manera orgánica y uno sin influir. Creo que eso le da mucha transparencia al remate: no hay nada raro, si alguien no hace un click, la oferta no se eleva.
    Eso me pareció buenísimo, muy piola, por lo menos en la forma en que nosotros hicimos los remates, Que la puja la haga cada uno, remotamente desde su computadora, creo que fue buenísimo. Realmente, la gente decide si le quiere poner plata a un animal y lo hace desde su casa, y si él no lo hace, no sube nada.
    Me encantó eso y creo que a la gente también le gustó mucho poder manejarse. En los remates presenciales lo vemos mucho. A veces, hay que ser medio valiente para comprar, sobre todo, los compradores nuevos o que tienen menos pista encima. Hay que animarse a levantar la mano… porque los rematadores son rápidos, tienen mucho folklore encima y en esta modalidad yo noto que hay gente que se sintió cómoda comprando y ofertando en los momentos en que se veía que estaba para ofertar, desde la intimidad de su oficina o de su casa.
    Eso rescato mucho de la propuesta que elegimos de Rural, creo que estuvo muy bueno. Es parte también del éxito que tuvimos porque no todos los remates son iguales y no todas las cabañas se manejan de la misma manera.

    Cabaña Casamú no solamente innovó, sino que fue de las primeras en hacerlo, ¿te generó miedos o inseguridades?

    J.S: Generó todo eso, y más. Fue un resumen de lo que fue este año, de la incertidumbre. Fue muy estresante, por lo menos al comienzo, plantear algo totalmente nuevo, sobre todo con un público que no tenía experiencia en esto. Hay otros rubros, más de invernada, cría o caballos criollos, que tal vez ya conocían algo esta herramienta.
    En cabañas no había antecedentes, acá en Argentina, de una experiencia así. Así que muchísimos nervios, pero después la cosa funcionaba. Fue un triunfo la apuesta y el riesgo. Nosotros vimos que el camino para Casamú era este y, a pesar de opiniones que te iban haciendo previa, nos jugamos por este camino y terminó siendo una decisión acertada.


  • 2021-01-12

  • rural.com.ar